Tal vez tengamos que evitar seguir publicando éstos blogs de surf, ya que parece que buenas olas para surfear son la nueva norma en Sayulita, y no podemos seguir diciendo las mismas cosas una y otra vez. Pero es una gran parte de la vida aquí, y por eso nos sentimos obligados a reportar lo que pasa allá afuera en el océano.
La gente de por acá habla mucho de las crecidas norte del invierno, y de lo grandioso que es cuando bombardean directamente en nuestra bahía que mira al norte, y se envuelven alrededor de la punta tan elegantemente en El Faro, en el extremo de Punta de Mita. Pero si vive aquí, o visita a finales de la primavera o verano, conoce el otro lado de la historia del oleaje: la historia de las crecidas sur y sur-occidentales. Ahora estamos en medio de ésta historia.
Desde el último fin de semana, hubo un oleaje consistente, de mediano a grande, aquí en Sayulita; y de acuerdo a todos los pronósticos, vienen más. Como puede ver en las fotos, las condiciones son excelentes: agua cristalina, sin demasiados surfos en el agua, y muchas olas que van desde la altura de la cintura hasta muy por encima de la cabeza. En ambas, la derecha del pueblo y la izquierda del norte, hubo olas bien proporcionadas para ser montadas.
También hay luna llena ésta semana, y la combinación de luna creciente y una poderosa crecida, ha estado empujando la marea alta hacia adentro duro y rápido -las playas son notablemente menos anchas de lo que eran la semana pasada. Esto ocurre de vez en cuando, y luego sucede lo contrario: la arena se mueve adentro y afuera, norte y sur, al rededor y sobre. Éste año la playa ha sido mayormente amplia y espaciosa, pero en éste momento definitivamente se están poniendo más flacas. El próximo año, o tal vez con la temporada lluviosa de éste año, sin duda se pondrán gordas de nuevo.
Mientras tanto, ésos bombardeos siguen llegando. Si ya surfeó demasiado aquí en Sayulita, para aquellos dispuestos y aptos para subir a un coche e ir de safari, hubo divertidas y fabulosas olas en Anclote, Dinosaurios, Stinkies (que ya no apesta, y no estoy seguro cuándo, si es que alguna vez apestó), y unos pocos de los otros sitios para surfear menos conocidos en el lado de Punta de Mita de Bahía de Banderas. Burros ha estado un poco fuera de control, pero todavía hay bastantes surfos agarrando olas épicas por allá. Y mientras La Lancha hasta el momento no ha tomado ésta crecida muy suavemente -demasiadas olas por todo el lugar, todas al mismo tiempo- con optimismo, en algún punto la crecida se asentará, convirtiéndose en un pulso estable y predecible, y para aquellos de nosotros que amamos surfear, La Lancha será apta para disfrutar de sus encantos otra vez más.
Mientras tanto, trituradores en tablas cortas, tablas largas, tablas con remo y boogies han estado rock n’ roleando las olas de Sayulita.
