Esta semana, con las festividades a la mano y el pueblo lleno de visitantes, la música viva se hace escuchar en el pueblo: conciertos y toquines por todas partes.
Fuimos a algunos esta semana pasada. Primero, la noche del Viernes, en Don Pato’s (322-150-6350) que siempre rockea hasta tarde, una banda de world beat/ska llamada Destartalados tocó unos sets y cuando la música sonó, la gente que bailaba se divirtió muchísimo. Lo bueno de la escena de la música viva en Sayulita es que, todo se vale, y quien se presente, toca. Los Destartalados tenían buenos compases -trompeta, dos guitarristas (una chica zurda), bajo, batería, un montón de tipos flacuchos golpeando sus marcas, y un buen vocalista rapeando y canturreando en español. No fue épico, sino un sólido ritmo latino para un Viernes por la noche. Buena presentación, rock n’ roll básico para bailar, todos brincando. Tocan en Don Pato’s de nuevo el 29 de Diciembre.
La siguiente noche, nos escabullimos para ver un set del músico Diego Chávez, de Guadalajara, en Ingrata, un restaurante nuevo en el lado norte, que se dejó caer en un espacio donde había una escuela de surf. Ahora es un restaurante, con música en vivo, esta vez a cargo del señor Chávez, un brillante canta/autor, posiblemente en el merecido borde del estrellato, tocando algunas melodias en la guitarra acústica. Es un talentoso compositor, cantante y ejecutor, no se lo pierdan, escuchen un set cuando regrese al pueblo. Su hermano pequeño llenó los espacios entre los sets de su hermano mayor con su propia música, y cantó muy bonito.
Ambos fueron memorables. Como lo fue la decoración del restaurante, pisos y paredes; pintados por la esposa de Diego, Frida. Sí, Frida y Diego.
Los músicos vienen aquí por la audiencia, para ganar reconocimiento. Un aplauso para ellos.
