La situación de los guarda vidas en Sayulita ha burbujeado por algunos años, sin resolución asequible, para mantener las torres custodiadas y en buenas condiciones, por varias razones. Se levantan torres y luego caen, guarda vidas son entrenados y algunas veces apostados, y aún así… parece que cada año, no hay guarda vidas en la playa norte en un día dado, donde las aguas revueltas son fuertes, y alguien se ahoga, usualmente tras ser atrapado en una corriente, o golpeado por una gran ola o dios sabe por qué.
Perdimos otra vida el invierno pasado, y como sucede seguido, esto ocurrió durante una fuerte crecida en la playa norte, donde las corrientes son rápidas y las olas golpean la playa con incesante intensidad. Nadie debería nadar allí durante las crecidas, ni siquiera en las pequeñas si no tienen experiencia en el agua, o no saben cómo nadar en el mar, o si están borrachos. Cada vez que hay una crecida, otro desastre se encuentra a tan solo una mala decisión. Los que vivimos aquí lo sabemos, pero no podemos esperar que cada autobús lleno de vacacionistas de Guadalajara o cada avión lleno de turistas de Saskatchewan lo sepan también. Llegan acá, se emocionan, se emborrachan, entran al mar de un salto. En algunos de estos casos, un guarda vidas en la escena pudiera haber sido la diferencia, pero muy seguido, las cosas ocurren muy rápido.
¡Esperen! No todo está perdido. La situación ha mejorado dramáticamente este año. Aquellos que vivimos en el lado norte, hemos aprendido rápido a admirar nuestra nueva y reluciente torre guarda vidas blanco y rojo; presidiendo estéticamente sobre la playa frente al trozo de mar más peligroso de la pequeña bahía de Sayulita, cerca del restaurante Terrazola. Levantada por protección civil -las mismas personas encargadas de operar y mantener los vehículos de emergencia que acaban de llegar- esta torre, y otras más abajo por la playa principal, fueron provistas de guarda vidas desde el Sábado 23 de Marzo, el primer día de Semana Santa, hasta Pascua.
Parece ser que los guarda vidas tendrán algo de trabajo. Comenzando el Viernes 22, continuando el Sábado 23; una gran crecida sur sur-occidental, la primer gran crecida sur del año, ha golpeado el pueblo, creando buenas olas para surfear, especialmente en La Lancha y Burros, y en el pueblo también. ¡Tengan cuidado allá afuera! Aquellos inexperimentados en el agua, ¡estas hinchadas olas sureñas pueden ser peligrosas! Pero todos nos quedamos más tranquilos sabiendo que salvavidas entrenados están en sus puestos sobre las torres, observando qué sucede en las olas.