Éste es el primero en una serie intermitente de blogs sobre frutas inusuales, y tal vez vegetales, que se pueden encontrar en México y no en EU o Canadá. En éste punto, gracias a los viajes de camiones refrigerados y otras conveniencias del calentamiento global engullidoras de gasolina, estamos muy familiarizados con los sospechosos usuales, en lo que respecta a frutas tropicales: comience con el ahora universal plátano, arrójele mangos, piñas y papayas, y ahora parece que los gringos casi saben qué es lo que crece por acá.
¡Pero esperen! Tomen un buen vistazo a ésta cosa. Tal vez la han visto al rededor de donde vive (posible si tienen una comunidad de inmigrantes asiáticos en su vecindario) pero inferiría que no. Se le conoce como yaca, y es una criatura de aspecto extraño. Parece algo de lo que se alimentaría un dinosaurio vegetariano si todavía estuvieran al rededor. También es la fruta más grande sobre la tierra, puede crecer hasta los 36.3Kg de peso, y medir hasta 91.5cm. Ésos son 80 libras y 36 pulgadas para los anglo parlantes, pero como sea que la quiera medir, es una fruta muy poderosa.
Los datos: El árbol que produce ésta fruta se conoce científicamente como Artocarpus heterophyllus, de la familia de la morera. Se originó en el sur y sur este de Asia, y ha sido cultivado como una fuente de alimento por al menos 3000 años; el nombre yaca deriva del portugués jaca, que a su vez deriva de una palabra de un idioma malayo, chakka. Sin importar el caso, los árboles de yaca encontraron su camino al México tropical (y mucho de latino América y las islas caribeñas también), donde han prosperado. En temporada, hay grandes pilas de ellas en puestos de fruta y arriba y abajo de la carretera 200, especialmente en los pueblos pequeños en la costa al sur de San Blas.
Para llegar a la parte comestible de la yaca se requiere de un poco de trabajo, como es evidente en las fotos. El hombre que demostró la técnica de preparación de la fruta de yaca es Gerardo González Vargas, quien maneja uno de los muchos puestos de frutas en el camino de San Ignacio, justo al sur de Sayulita por la carretera. La primera cosa que hay que saber, nos dijo, es que la fruta está madura cuando la piel verde y desigual, de apariencia nudosa, está suave al tacto. (También nos dijo que hay un video de demostración de preparación de yaca en youtube, si se requieren mayores instrucciones.)
Se toma la fruta madura y se corta en cuartos, revelando una pegajosa masa naranja y blanca. La pegajosidad es intensa -la cosa blanca es como pegamento, y tendrá que trabajar duro para limpiar su cuchillo una vez que termine. Un buen método que nos mostró el Señor González es poner bolsas de plástico en sus manos (o guantes de plástico, pero tendrá que limpiarlos) y sólo frote toda la cosa pegajosa fuera del interior de la fruta. Entonces simplemente corte y limpie las drupas comestibles (frutas individuales que se forman dentro de una fruta grande y masiva se llaman drupas en lenguaje botánico), que son, como puede ver en las fotos, de color naranja cálido cuando están frescas. Cada drupa contiene también una gran y suave semilla que debe ser removida. Tienen un sabor dulce, relativamente suave, parecido al albaricoque, plátano, o cantalupo, o… bueno, tienen su sabor único de yaca, y la gente reporta que su sabor cambia después de estar en el refrigerador un tiempo. Algunas veces es difícil tomarle gusto a las frutas nuevas si las descubre en una etapa tardía de la vida, pero la fruta de yaca bien vale la pena de intentar. Por el lado de la nutrición, la fruta de yaca es rica en vitamina C y alta en fibra, así que es de grandes beneficios para ambos sistemas, inmunológico y digestivo.
Las drupas pueden ingerirse frescas, licuadas en smoothies, secas como papas fritas, o congeladas para usarlas más tarde. En India, hacen dulces de algunas variedades, y la usan para guarniciones, como botana, y una fuente de jugo.
Cuando ve una fruta de yaca a la venta al lado del camino -busque la señal de Yaca o Jaca- la verá en dos formas: la fruta verde y desigual entera, y las drupas, ofrecidas en bolsas de plástico transparentes, usualmente refrescadas. Éstas drupas son obviamente más costosas por kilo, pero si compra ese producto “terminado” se ahorrará tiempo y desastre. Por otro lado si lo hace usted mismo, aprenderá cómo preparar la fruta, la obtendrá más fresca, y ahorrará un poco de dinero.
De cualquier forma, es un interesante y distintivo sabor nuevo, para añadir a su paleta de frutas frescas.
