BLOWFISH-04

Saturday,30 Nov 2013

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Justin Henderson is responsible for most of the the text on this site. Justin is an established writer, having published six novels as well as many non-fictions and travel guides. When he’s not writing, he’s usually riding waves on a surfboard or a paddleboard in Sayulita or Punta de Mita.

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El fugu es un tipo de pez globo cuyo hígado, intestino y ovarios se sirven crudos en rebanadas tan delgadas como una hoja de papel, se le considera una exquisitez en Japón (con un precio que puede rondar los $200 dólares por platillo). Sin embargo, los órganos del fugu también contienen un veneno natural llamado tetrodotoxina, que es unas 1,200 veces más letal que el cianuro. Es tan venenoso que una dosis letal es más pequeña que la cabeza de un alfiler, y un solo pescado puede matar a 30 personas. Después de la rana dorada, este pescadito es el vertebrado más venenoso del mundo.


Estoy seguro que el sabor debe ser maravilloso, ¿qué pude ser más apetitoso que las tripas de un pez? Pero me pregunto si esas mortales piezas de sashimi son las que le han dado al fugu su asombrosa reputación. Después de todo, muchos de nosotros llevamos vidas muy protegidas; un sashimi asesino podría resultar aterrador.


Para obtener una licencia de preparación del fugu para el consumo humano, los chefs deben pasar entre dos y tres años de entrenamiento especial. A pesar de todo se entrenamiento, de vez en cuando alguien muere por un fugu mal preparado. Esto no debe sorprender, ya que los japoneses comen 10,000 toneladas de fugu cada año.


De cualquier forma, y sin ánimo de decepcionar a aquellos que se dirigían ya a las playas de Sayulita para agarrar un par de estos y sacarles el hígado, los peces picudos de las fotos no son fugu, sino una familia diferente de pez globo que frecuentemente es confundida con aquél. Comparten sin embargo ese talento de inflarse con agua o aire casi instantáneamente cuando una amenaza es percibida, y muchos de ellos también tienen una batería de espinas que se abren cuando el pez se infla. Hay un par de especies de tiburón capaces de digerir estas peligrosas criaturas, pero entre el veneno y las espinas, casi siempre matan a lo que se los coma, a no ser que el chef de Japón entre en escena.


Estos “peces erizo” llegan frecuentemente a las playas de Sayulita cuando los barcos camaroneros andan cerca de la costa, tal fue el caso la semana pasada. Media docena de barcos estuvieron flotando allá afuera por una semana o más. Cuando estos barcos atrapan el camarón en sus redes, también atrapan otras cosas, incluyendo estos peces erizo, cuyas defensas inflacionarias no sirven contra las redes.


Los pescadores tiran los peces muertos por la borda para que sus cuerpos inflados floten hasta la playa para despertar la curiosidad de niños y perros con sus espinitas, sus cómicamente feas caras y lo raros que son. Odias ver cosas muertas en la playa, y más aun cuando tu perro trata de darles una vuelta retorcerles. Sin embargo los peces no merecían esta suerte miserable a manos de una cochambre de pescadores, pero ahí están: otra de esas extrañas atracciones de la playas de Sayulita.