Durante la temporada alta el mercado dominical de Sayulita, el tianguis, ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar y comprar hermosas e interesantes artesanías étnicas y tradicionales de todo México; cerámica, textiles, sombreros, animalitos de lana, camisetas, zapatos, máscaras esculpidas y toda clase de bonitos artículos mexicanos. Todo esto buscan los visitantes y el mercado hace un magnífico trabajo poniéndolo a su alcance.
Durante la temporada baja, en agosto y septiembre, el mercado sirve un propósito diferente. De hecho, este otro mercado siempre anda por aquí, pero se les nota más esta parte del año debido a que la gente de las artesanías no está ahí.
En su lugar, verduras frescas por un lado, picadas y listas para una ensalada, botes de miel de rancho por el otro; una especie de tienda departamental ambulante. Caminando por la calle Gaviotas bajo la carpa temporal de plástico donde los comerciantes se instalan entre las calles Revolución y Palmar, verás cualquier cantidad de baratijas muy básicas y prácticas como zapatos, baterías, ropa para niños, alcancías de marranito, cachuchas, chanclas, soldaditos, tanques y coches de juguete, muñecas, utensilios de cocina, trapos y trapeadores, basureros de plástico, es decir, las cosillas que uno encuentra en cualquier supermercado del mundo. Cosas que mantienen a los niños jugando o en la escuela, y a las cocinas y aparatos funcionando normalmente. No son cosas particularmente bonitas o “étnicas”, pero si muy útiles.
También se encuentra mucha ropa interior de dama verdaderamente sexy, y aquí en Sayulita, las chicas y las damas, tanto mexicanas como extranjeras, saben que se puede conseguir aquí los domingos prendas tan sexys y bien hachas como las de Victoria Secret pero a una fracción del precio. Échale un vistazo a los bras y panties, y a todo lo demás. Aquí la lencería sexy es cosa seria.