Esto es estrictamente anecdótico, ya que no soy científico de aves, censista aviar, o profundamente versado en aves marinas; pero esta temporada he visto más pelicanos cafés en Sayulita que en los últimos años. Los pescadores les dirán que de debe a que hay muchos peces, ya que eso es lo que comen, buceando hacia un cardumen de peces con sus enormes picos abiertos para recoger peces en sus gargantas.
Los agoreros dirán que soy estúpidamente optimista ya que la población de pelicanos ha declinado desde hace ya mucho tiempo, en Sayulita y en todos lados. Eso es a causa de la invasión humana de sus hábitats, esto es cierto. Pero no todo está perdido; innegablemente hubo muchas parvadas de pelicanos de buen tamaño paseando por el mar y las olas en semanas recientes.
Cuales sean sus números, usualmente vuelan en una formación V suelta, un escuadrón ondulando y arremetiendo mientras observan las olas en busca de sardinas y otras presas. Verlas es hermosamente hipnotizante, deslizándose elegantemente sobre nuestras cabezas o solo sobre la superficie del océano, con las puntas de las alas a solo unos centímetros, las maniobras perfectamente coordinadas, como si todas las aves de la parvada recibieran una orden simultánea. Desde algún sitio las reciben. Ver treinta o cuarenta de estas aves grandes y veloces en plena armonía es una experiencia sorprendente. La próxima vez que las vea venir, tome su tiempo para observar.
Notas de pelicano: algunos tienen parches amarillos dobre las cabezas. Siguen siendo pelicanos cafés. La envergadura promedio del ala es de más de un metro ochenta. Habitan las regiones costeras del norte de Sur América hasta la costa de los Estados Unidos, así como el caribe y las islas Galapagos. Les gusta estar con los piqueros patiazules, piqueros pardos y gaviotas -puede ver esta congregación de múltiples especies en la Islas Marietas.
