En esta ocasión examinaremos una fruta grande, verde y espinosa conocida como guanábana, que crece entre una maleza de grandes hojas, en un árbol de hoja perenne conocido como Annona muricata, o comúnmente como Graviola. Esta fruta tiene un aspecto ligeramente amenazante, debido a las espinas, las cuales en realidad son muy suaves e inofensivas.
La Guanábana tiene su origen en las regiones tropicales de America y es muy apreciada por sus cualidades medicinales, y por su sabor dulce. La fruta, las hojas, las raíces y la corteza, poseen un ingrediente antimicrobiano que puede contrarrestar las infecciones causadas por hongos, bacterias y otros parásitos intestinales.
Una teoría atribuye a la Guanábana propiedades para curar el cáncer. De hecho existen en internet grandes cantidades de información asegurando que la Guanábana es hasta 10,000 veces más efectiva que la quimioterapia para frenar, o eliminar, ciertos tipos de cáncer celular; particularmente aquellos que atacan a los rinones, prostata y páncreas. Aquellos familiarizados con las particularidades de la Guanábana, estarán mas que impresionados por saber que el extracto de las hojas, la corteza, la fruta, etc., parece atacar únicamente a las células cancerosas, y deja intactas a las células sanas. A diferencia de la quimioterapia, la cual puede ser efectiva para tratar el cancer, pero que ataca también a las células no cancerosas, enfermando a los pacientes en diversas formas cuando se intenta detener el avance del cáncer. En algunos estudios, se concluye que la Guanábana es el agente natural anti-cáncer más poderoso sobre la Tierra.
De acuerdo a una leyenda de internet, en los anos 70′s un exitoso laboratorio fabricante de medicamentos investigó con diferentes extractos de la Graviola, the soursop’s mother tree, conocido como el legendario árbol curador de las Amazonas, y descubrieron que estos compuestos realmente funcionaban para combatir el cáncer. Sin embargo, no pudieron encontrar una manera de sintetizar los ingredientes anti-cancerígenos de la planta. Y por ende, no pudieron patentarlos, ni fabricarlos ni obtener ganancias por ellos, optando por cancelar este proyecto y dejando sus investigaciones en secreto y sin publicar.
Desde entonces, a pesar de la evidencias, no se han hecho experimentos clínicos. Los poderes aparentemente milagrosos de esta planta continúan siendo desconocidos para la mayor parte del mundo. Aquellos aficionados a la medicina tradicional estarán probablemente, molestos por escuchar esto, pero hay suficiente evidencia para respaldar estos dichos. Si Usted conoce alguien que haya sido tratado con quimioterapia, y que posiblemente, no le haya ido muy bien, sugiérale optar por esta alternativa, o probarla como suplemento. No soy nadie para dar consejos médicos, pero hasta donde conozco, la quimioterapia como tratamiento, tan costoso y sofisticado en la práctica médica estadounidense, es fundamentalmente un procedimiento crudo, doloroso y apenas efectivo. Entonces porqué no probar una alternativa natural, al menos como suplemento para la terapia médica tradicional?
Sayulita es un caldo de cultivo para médicos alternativos y sus prácticantes, de forma que la Guanabana es bien conocida y respetada, por su sabor y sus poderes curativos.
Mientras tanto, si Usted simplemente quiere disfrutar la fruta, hágalo. Córtela a la mitad a lo ancho y retire la pulpa blanca. Esa es la parte comestible. No es muy bonita, ni fácil de comer, ya que la pulpa comestibles está rodeada por tejido fibroso y semillas, pero sabe muy bien, dulce y con una calidad ácida -como la fresa y la pina. Para mucha gente, la manera preferida de disfrutar la Guanábana, consiste en apretar la fruta para extraer el jugo y beberlo.
Encontrará la Guanábana en venta en los puestos de frutas a lo largo de la Carretera 200, en San Ignacio y otros lugares. Compre algunos y pruébelos. Podría encontrar su nuevo sabor favorito, y sanar aquello que lo mantiene enfermo al mismo tiempo.
