Un regalo de parte de todos los santos marinos llegó justo a tiempo este fin de semana pasado, junto con el comienzo de las festividades de Semana Santa y Pascua, en forma de una poderosa crecida sur-suroeste, que llegó torrencialmente al rededor de Punta Sayulita y llenó la bahía de olas y crecidas, haciendo felices a todos los surfos. Aunque el viento llegó a medio día y estropeó un poco las formas de las olas, las sesiones matinales fueron suaves, vidriosas y muy divertidas, con grandes olas encabezando ambos lados, a la derecha en el pueblo y a la izquierda en la playa norte. Como se ve en las fotos, las olas izquierdas en la playa norte se alineaban limpia y prístinamente en la mañana, antes de que el viento comenzará a soplar. Locales y visitantes por igual tomaron ventaja, y montaron olas grandiosas.
La misma crecida golpeó Punta de Mita con mucha más fuerza, creando condiciones casi épicas para surfear en Punta Burros y excelentes condiciones en La Lancha y El Anclote. Si se dirige aquí en un viaje de surfeo, podría considerar empacar su vehículo y dirigirse a Punta de Mita en un mini-safari, ya que las olas allá usualmente son más grandes y menos abarrotadas. Si no conoce el camino o no tiene coche, pregunte en el pueblo, alguien lo lleva por un precio, o le dirá cómo llegar allí. Si va para allá, respete a los demás surfistas. Siempre recomendamos no viajar en grupos grandes, no hay nada más molesto para otros surfos en el agua, que la llegada de seis u ocho nuevos monta olas al mismo tiempo.
Principiantes, tomen nota: no se infantilicen, las olas grades pueden ser peligrosas si no saben surfear. Si están tomando lecciones y/o solo aprenden a montar las olas, sean cuidadosos, manténganse alejados de la ruptura principal en la playa principal del pueblo -la zona de principiantes está más al sur, cerca del restaurante Don Pedro- Manténganse alejados del agua o sean extra cuidadosos si las olas son mayores a la altura de su cabeza, ya sea que estén surfeando o aprendiendo (El Anclote es es lugar más seguro para aprender, también la playa sur del pueblo). Busque las torres salvavidas y las señales de corrientes que están en la playa. Están allí por una razón: aunque se llama el océano pacífico, el mar no siempre lo es, y nunca se debe tomar a la ligera.