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Wednesday,5 Dec 2012

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Justin Henderson is responsible for most of the the text on this site. Justin is an established writer, having published six novels as well as many non-fictions and travel guides. When he’s not writing, he’s usually riding waves on a surfboard or a paddleboard in Sayulita or Punta de Mita.

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Todos estamos familiarizados con los restaurantes del centro de Sayulita, abarrotados al rededor de la plaza en Avenida Revolución, por ambos lados de la calle; y en las calles que van a la playa. E incluso en Revolución al norte del puente. Hablamos de tacos en cada esquina. Hay una docena de indiferentes y buenos lugares para comer por todo el centro, algunos frecuentados por turistas, otros por locales, los mejores por cualquiera que tenga apetito. Es una hora de comida libre para todos, pero mayormente lo que se encuentra es buena comida poco costosa.

Pero la gente, especialmente aquellos de ustedes que no van mucho al norte del río, ya que toda la acción está en el centro, deben visitar la nueva fila de restaurantes del lado norte, en Avenida Palmar entre Miramar y Coral.

Esta cuadra ha sido hogar de excelentes restaurantes tropicales con precios de gringos por varios años, y cruzando Miramar al sur, el moderadamente costoso Medusa ha ocupado la esquina por dos años. Pero el año pasado, otro restaurante apareció, tallado en una de las casas pequeñas a lo largo de la cuadra entre las dos: Pizza Venecia, hogar de crujiente pizza italiana a la leña, y un éxito en el vecindario. Al mismo tiempo, cruzando Palmar, apareció el restaurante alemán llamado El Pretzel, donde puede obtener una económica y auténtica wienerschnitzel y otras delicias bávaras, si el antojo llega. Por lo que pude ver de ese salón vacío con su decoración germanica, y las bancas de iglesia para sentarse, digamos que el antojo no fue mucho. Pero es bueno saber que está allí, si soñaba con sauerkraut.

Este año, una extraña cabaña, café oscuro, sobre una camioneta, apareció en la calle justo al sur de la pizzeria y lo siguiente que supimos, El Jakal, un restaurante de mariscos, abierto con un par de mesas al lado del Hotel Diamante, en la esquina, y empezaron a servir mariscos buenos y baratos, y a atraer una multitud de todo el vecindario.

De repente esta cuadra antaño oscura, es otra animada calle para comer en Sayulita, llena de cafés en la calle repletos de gente comiendo felizmente. Tacos en la calle, y Che Marcelo y otros lugares para comer, apareciendo en Miramar y Revolución, más cerca al centro del pueblo pero aún así en el banco lejano del río, aquellos de nosotros que vivimos o visitamos el lado norte podemos pasar una semana a la vez sin cruzar el poderoso río Sayulita. Vengan a visitar, gente del centro.