No se puede negar que para mediados de Mayo, la temporada alta de Sayulita quedó atrás y la temporada baja del verano se aproxima. Por más que nos preocupemos por la temporada baja que viene y su tensión económica -sin turistas no hay dinero en Sayulita- y posibles inundaciones -Sayulita tuvo su peor inundación en 80 años hace sólo tres años- nos agrada lo verde y exuberante que crece el bosque después de la temporada seca y polvorienta que precede a la lluvia. Y ver las tormentas es muy divertido, con todos los truenos y relámpagos.
Pero venga, la lluvia todavía no llega, todavía hay algunos visitantes al rededor, todavía hay bodas, y todavía llegan surfos para cazar olas. Es más calmado, pero animado aún, y para aquellos que vivimos aquí, siempre hay eventos o conciertos o recaudaciones de fondos de algún tipo u otro -eventos a los cuales, por supuesto que cualquier visitante del pueblo es bienvenido. Así que si está considerando una visita primaveral, no lo dude. Hay mucho por hacer, la temperatura del agua es perfecta, y si es surfo, las crecidas sur y sur-occidentales vienen cada semana.
Y las noches suelen ser animadas también. Éste pasado Jueves por la tarde, por ejemplo, la acción social se movió al lado norte del pueblo, con un par de reuniones amistosas que atrajeron a casi toda la población local al igual que a varios visitantes que iban pasando por el lugar correcto, a la hora correcta.
Celebrando el Ritmo
Primero, la presentación anual Celebrando el Ritmo, que muestra niños de escuelas primarias, ambas privada y pública, tuvo lugar en las instalaciones de la escuela primaria en la parte norte. Éste dinámico evento anual es fundado primordialmente por la Tang Family Foundation y la Punta Mita Foundation, con alguna asistencia financiera de Costa Verde, nuestra escuela privada local. Resultó ser un gran espectáculo de baile, realizado por todos los niños y sus profesores de baile, con música en vivo de nuestros rockeros locales Alyssa y Jess Edmonson de Los Tikkyliches, respaldados por una sección de ritmo caliente y profesional de Mario García y Roberto Godínez de la banda de Guadalajara Los Mezcales Locos.
Vivimos cruzando la calle de la escuela, así que sabemos que Alyssa y Jess han estado diligentemente tocando música con los niños un par de horas al día, un par de días a la semana, preparándose para el gran espectáculo. Casi todo el pueblo salió para la presentación, y como puede ver en las fotos, todos se divirtieron.
Basado en Colorado, Celebrando el Ritmo es parte del Instituto Nacional de Danza, una fundación sin ánimo de lucro para impulsar el baile como medio de auto-expresión para niños. Es maravilloso que el programa haya llegado hasta aquí a Sayulita, Nayarit, México, y en manos de los buenos bailarines y músicos involucrados, convertido en una parte integral de la experiencia educacional para todos los niños de Sayulita. ¡¡¡A rockear!!!
Recaudación de Fondos de Casa Clu
Siguiente, para aquellos que todavía estaban en el modo de socialización y/o sintiéndose filantrópicos, hubo una recaudación de fondos en el Club Camarón, nuestro tiki bar favorito, en la playa norte, justo enfrente de las izquierdas para surfear. No hubo mucho surf allá afuera, pero sí hubo un hermoso ocaso al estilo Sayulita, hermosas bailarinas se presentaron en las telas que colgaban de una palmera, y una buena congregación de gente local y visitantes para apoyar a la Casa Clu, el Centro Lúdico de Recreación y Aprendizaje de San Ignacio una casa club y espacio de juego para niños en nuestro pueblo vecino de San Ignacio.
San Ignacio no está en la playa, y por lo tanto no atrae a muchos turistas o tiene el caché de Sayulita (o el dinero). Pero es un lindo y pequeño pueblo y nuestro vecino cercano, así que la gente de Sayulita está feliz de ayudar como puedan. En éste caso, ayudando a fundar Casa Clu para los niños de San Ignacio. Organizada por Nathalie Mignot de Pachamama, la recaudación de fondos fue una buena fiesta en la playa, una oportunidad de aprender lo que sucede en Casa Clu, y como siempre, para conocer y mezclarse y cenar con amigos, visitantes, y todos los demás en la playa al atardecer, la más hermosa de todas las horas hermosas en la Playa de Sayulita.
De nuevo, las fotos cuentan la historia: una presentación adorable, una puesta para cenar temporal, tranquila e invitante, y mucha gente al rededor para compartir la tarde.
