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Friday,16 Aug 2013

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Justin Henderson is responsible for most of the the text on this site. Justin is an established writer, having published six novels as well as many non-fictions and travel guides. When he’s not writing, he’s usually riding waves on a surfboard or a paddleboard in Sayulita or Punta de Mita.

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La primera vez que vi esta ave, estaba sorprendido. Una parvada había descansado en un grupo de árboles por el que caminaba debajo, y al notarlas -hacían mucho ruido y parloteaban- Asumí que estas aves eran la versión local de un ave negra con marcas amarillas. Entonces se elevaron en una enorme explosión de amarillo y negro, mientras los colores contrastantes ofrecían una muestra visual sensacional. Desde entonces -no fue mucho después de mudarme aquí hace cuatro años- Las he visto docenas de veces, en números desde un par hasta parvadas de varias docenas, y nunca he parado de detenerme para mirarlas. Sus marcas amarillas, son maravillosamente brillantes, especialmente contrastando con el negro. No se nota mucho cuando están paradas sobre las ramas, pero entonces, cuando levantan el vuelo, las partes bajas amarillas de las alas y cola explotan a la vista y es cautivador verlas volar.

Los Caciques comen bayas directo de los árboles

Se les conoce como Caciques de cola amarilla (Nombre Latín: Cacicus cela), o Calandrias, y supuestamente su territorio es la mayoría de centro y sur América, especialmente Perú. Pero están por todos lados aquí, donde parece que están prosperando a causa de la gente que despeja el terreno y abre el bosque, y a estas aves les gusta vivir en espacios abiertos. Son gregarias y ruidosas, es fácil verlas cazando su comida (insectos y fruta) en la cercanía de Periquitos Verdes, Urracas y Chachalacas. Todas estas aves parecen disfrutar de la compañía mutua, en cualquier modo que las aves experimenten estas cosas.

El contraste bicolor del Cacique ofrece un impresionante espectáculo

Los caciques crean hermosos nidos colgantes que parecen bolsas hechas de fibra de plantas, comúnmente en grupos o racimos, cerca de un avispero, ya que parece ser, las avispas mantienen alejado un parásito que molesta a estas aves. Según el folclor Peruano, hubo un muchacho ruidoso que vestía pantalones negros y camiseta amarilla. Contaba historias crueles sobre una anciana, que resultó ser una bruja. Ella lo convirtió en una ruidosa ave vagabunda. Curiosamente, las Calandrias tienen ojos azules, lo cual es poco común en las aves, pero no tan poco común en los muchachos.